Nuestra compañera, Zoa Escudero, impartía ayer en Valladolid una charla sobre arqueología dirigida a nuestra red de Amigos del Patrimonio.
La ponencia se centró en explicar cómo contribuyó la arqueología a la restauración de los sepulcros de la iglesia mudéjar de San Esteban, en la localidad segoviana de Cuéllar.
Bajo el título La arqueología, una oportunidad para la restauración, la conferencia sirvió para poner en valor esta ciencia social que tiene como objetivo el conocimiento de las culturas del pasado, ya que “recupera una información indispensable para comprender y valorar nuestro patrimonio histórico”.
Así lo explicó Escudero, quien destacaba el importante papel que juega la arqueología en las actuaciones de estudio o restauración sobre bienes culturales. A su parecer, “no se trata de una actividad complementaria, secundaria o sujeta solo a los mínimos de la exigencia normativa”, sino que debe formar parte desde el planteamiento inicial de los proyectos y planes de intervención.
El éxito de los sepulcros de Cuéllar
La arqueóloga centró su exposición en un caso de éxito en la localidad segoviana de Cuéllar: la restauración de los sepulcros de la iglesia mudéjar de San Esteban. Una intervención que, a su juicio, ejemplifica perfectamente “cómo lo que se abordó en principio como una pequeña -casi anecdótica- y no prevista actividad arqueológica, se transformó en un auténtico proyecto autónomo e interdisciplinar de gran éxito, con la intervención de más de veinte profesionales de siete disciplinas científicas”.
En esta actuación, concluyó Escudero, no solo fue de gran interés la información histórica, social y cultural que se obtuvo del estudio, sino que “gracias al mismo se recuperó un valioso lote documental de los siglos XV y XVI que constituye el más numeroso y notable conjunto de todos los que se conocen de su tipología”.
Si te interesa este asunto y quieres ampliar la información, te recomendamos leer este artículo de Zoa Escudero: Arqueología: Para qué y para quién.
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