Una treintena de aficionados a la cultura y al patrimonio han participado en el Itinerario Cultural «Renacimiento del Sur, Patrimonio de la Humanidad». Un recorrido por las ciudades andaluzas de Úbeday Baeza, organizado por la Fundación Santa María la Real del Patrimonio Histórico.
A lo largo de cuatro jornadas y de la mano del historiador, arqueólogo e investigador Marcelino Sánchez han descubierto dos conjuntos monumentales únicos.
Úbeda y Baeza, ciudades Patrimonio de la Humanidad, son uno de los destinos predilectos para los amantes de la historia, el arte y el patrimonio como han podido comprobar los participantes en el “Itinerario Cultural Renacimiento del Sur”.
Un recorrido en el que a lo largo de cuatro jornadas han visitado dos conjuntos monumentales renacentistas únicos, que albergan un sinfín de palacios e iglesias, casonas, calles y plazas, que mezclan la cal y la piedra dorada bajo el azul del cielo de la alta Andalucía.
En el centro de la provincia de Jaén, próximas al Parque Natural de las Sierras de Cazorla, Segura y Las Villas, el mayor espacio de estas características del país, deben buena parte de su riqueza monumental a personajes como Francisco de los Cobos, secretario de estado del emperador Carlos V, y a arquitectos como Andrés de Vandelvira que desarrolló en esta provincia lo mejor de su obra.
De la arquitectura religiosa a la civil
Baeza es el exponente de la arquitectura religiosa y Úbeda de la arquitectura civil. En este segundo enclave, guiados por el historiador, arqueólogo e investigador, Marcelino Sánchez, los participantes han podido visitar lugares tan emblemáticos como la Plaza Vázquez de Molina y adentrarse en monumentos públicos y privados como el Mirador del Guadalquivir, el Hospital de los Honrados Viejos o la Iglesia de El Salvador, el Palacio Deán Ortega o el de Juan Vázquez de Molina, el archivo municipal, la sinagoga del agua o la casa mudéjar, entre otros muchos.
En Baeza, el grupo se ha detenido en el Arco del Barbudo, la Universidad, el Palacio de Jabalquinto, la Plaza de Santa María, la catedral o el barrio medieval, sin olvidar las iglesias románicas de San Juan o la de Santa Cruz, las casas de la Compañía, las ruinas de San Francisco, así como la antigua cárcel y las casas de Justicia, escribanías y salas de audiencia.
Parada obligada en el trayecto de ida, La Carolina, donde el Museo de Las Poblaciones de Sierra Morena, descubre el proyecto de repoblación de la zona de Carlos III. Una empresa que encomendó al Ilustrado Intendente Pablo de Olavide, quien en el siglo XVIII logró traer a España colonos alemanes, flamencos, franceses, suizos e italianos.
En el viaje de regreso a Madrid, en la localidad ciudadrealeña de El Viso del Marqués, el palacio renacentista del Marqués de Santa Cruz y el Museo de la Marina, construido para Álvaro de Bazán, se convierten en otros dos lugares de obligada visita. Éste último, decorado con frescos italianos, alberga en pleno corazón de La Mancha y aunque resulte paradójico, el archivo histórico de La Marina Española.
IMÁGENES: Diferentes vistas de la iglesia de El Salvador en Úbeda y del archivo municipal de la ciudad. Archivo FSMRLPH_Jaime Cabezas Maillo
¡No te lo pierdas!