Responsables del Ayuntamiento de Ávila han presentado oficialmente el proyecto de monitorizaciónde la muralla de la ciudad, acometido por la Fundación Santa María la Real del Patrimonio Histórico y Telefónica, a través del Sistema de Monitorización del Patrimonio (MHS). La instalación de 60 de sensores, en cuatro zonas concretas del monumento, servirá para vigilarlo, analizarlo y estudiar su estado, facilitando datos e información que contribuirán a completar el plan de gestión integral del monumento diseñado por el consistorio.

 

Un equipo de expertos de la Fundación Santa María la Real del Patrimonio Históricoy Telefónica ha trabajado durante los últimos meses en el desarrollo del proyecto de monitorización de la muralla de Ávila, mediante la realización de diferentes pruebas y estudios previos.

El monumento, que cuenta con la declaración de Patrimonio Mundial, ha sido sometido durante años a distintos análisis, investigaciones y restauraciones que han servido para garantizar su pervivencia hasta nuestros días. Sin embargo, aún no hay pruebas científicas que corroboren o confirmen el por qué de determinados daños en algunas áreas concretas. Por ello y, como complemento al plan integral de gestión de la muralla desarrollado por ayuntamiento abulense, se ha recurrido a la instalación del Sistema de Monitorización del Patrimonio (MHS), diseñado por la Fundación Santa María la Real y Telefónica para contar con datos precisos sobre las causas que provocan patologías como la humedad, las sales o la degradación de los morteros.

 

 

Monitorización a medida

En contacto directo con los técnicos del Ayuntamiento de Ávila, los expertos de la entidad cultural y Telefónica han planteado una propuesta específica para la muralla que se basa en la monitorización de cuatro áreas concretas del monumento, mediante la instalación de 60 de sensores que controlarán aspectos como la temperatura, la humedad, la luminosidad, la radiación solar, las emisiones de CO2 o la presencia de sales.

No obstante, el primer paso, en cada una de las zonas en las que se va a intervenir ha sido la extracción de muestras, que serán analizadas en laboratorio para saber exactamente la composición de la muralla. En el interior de estos mismos huecos, realizados a diferentes alturas, se han instalado a distintas profundidades, sensores de temperatura, humedad y conductividad. Cada área cuenta además, con otra serie de dispositivos colocados en el exterior y con nodos centrales independientes, que facilitan el análisis específico de cada zona y el envío de datos al servidor central, donde es posible la realización de comparativas.

En concreto, se han seleccionado 12 zonas de estudio en cuatro áreas: tres han sido seleccionadas en base a problemas de humedades y, la cuarta, constituye el área de referencia, al tratarse de una zona libre de daños.

 

Control on line y en tiempo real

La principal ventaja que ofrece MHS con respecto a otros sistemas de monitorización es que permite un control on line y en tiempo real, de tal manera, que en todo momento los técnicos encargados del mantenimiento de la muralla pueden saber qué está ocurriendo exactamente en las áreas estudiadas.

El resultado final de la monitorización, que se llevará a cabo a lo largo de 38 meses, servirá para arrojar datos científicos sobre el estado real del monumento, facilitando así su futura conservación.

 

IMÁGENES:  Diferentes momentos de la instalación de los primeros sensores en la muralla de Ávila. Archivo FSMLRPH_Marce Alonso