Un estudio, realizado por el equipo de nuestra área de Paisaje y Sostenibilidad, ha permitido definir y catalogar hasta 24 tipos de paisaje diferentes en esta histórica ruta, que comprende, además, 69 unidades paisajísticas, a lo largo de cinco regiones y 173 municipios.

La caracterización de cada uno de estos paisajes, así como, sus principales debilidades, amenazas, fortalezas y oportunidades se han publicado en un mapa desplegable que ya está disponible en nuestra web y pronto lo estará en la de la Asociación de Municipios del Camino de Santiago.

 

El reto del proyecto es ofrecer una visión integral de cómo el cambio climático está afectando a este icónico recorrido y cómo los conocimientos vernáculos locales pueden ayudar a abordar estos desafíos. No en vano, el Camino de Santiago Francés es una de las rutas de peregrinación más importantes del mundo, con una media de 350.000 peregrinos al año. Cifras que demuestran que se ha convertido en un punto de referencia para amantes de la naturaleza, viajeros y peregrinos de todo el mundo. Sin embargo, las amenazas del cambio climático, como el aumento de las temperaturas, el riesgo creciente de incendios forestales o las lluvias torrenciales, están afectando a este itinerario.

Identificar retos y aportar soluciones

Con el proyecto «guía de adaptación al cambio climático para el Camino de Santiago Francés», buscamos no solo concienciar sobre estos desafíos, sino también identificar soluciones prácticas basadas en los conocimientos tradicionales de cada región. La investigación exhaustiva permitirá identificar prácticas locales que han ayudado a las comunidades a adaptarse durante siglos a unas condiciones climáticas cambiantes.

 

 

Tipología y análisis DAFO de cada paisaje 

El proyecto se extenderá hasta 2025 y, por ahora, ya se ha lanzado una publicación digital e impresa que identifica y clasifica los 24 tipos de paisajes del Camino, con 69 unidades paisajísticas distintas, desde bosques, a ríos, valles o montañas. Sobre el perfil geográfico del Camino Francés, el mapa desplegable, recién editado, va situando cada uno de los paisajes y unidades paisajísticas, diferenciados por colores, para una mejor y más sencilla visualización, detallando los espacios naturales protegidos.

Así, por ejemplo, en Galicia, identifica los montes y los valles encajados. Entre Galicia, Castilla y León y Asturias, macizos, sierras, tierras altas, depresiones y montes. En Castilla y León, la comunidad más extensa, penillanuras y piedemonte, llanos, páramos detríticos, campiñas, vegas, páramos calcáreos y sierras ibéricas. Lindando ya con La Rioja, valles intramontañosos, vegas, riegos y campiñas, que dan paso a los llanos y glacis navarros, que, a su vez, se van sumando de nuevo a montes, valles, corredores, sierras y macizos en Aragón.

Aunque, sin duda, lo más interesante es que el mapa incluye un análisis de Debilidades, Amenazas, Fortalezas y Oportunidades (DAFO) de cada uno de estos paisajes. Desde las fortalezas que ofrecen en términos de belleza natural y patrimonio cultural; hasta las amenazas que enfrentan debido a factores humanos o ambientales. Un análisis que, sin duda, permitirá comprender mejor la complejidad y la riqueza de los paisajes del Camino de Santiago Francés.

El desarrollo de la investigación y la guía son posibles gracias al apoyo de Fundación Biodiversidad del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, a través de la Convocatoria de Subvenciones para la realización de proyectos que contribuyan a implementar el Plan Nacional de Adaptación al Cambio Climático (2021-2030). Además, se cuenta con la colaboración de la Asociación de Municipios del Camino de Santiago Francés que, actualmente, comprende 113 localidades.

 

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