La optimización de la gestión y la conservación preventiva del patrimonio histórico-artístico con una reducción entre un 20 y un 50 por ciento de los costes globales es el reto que ha logrado el sistema SHBuildings desarrollado por expertos europeos en el marco del proyecto Smart Heritage Buildings, financiado por la Unión Europea, y recientemente concluido.
De aplicarse de manera extensiva, el sistema sería capaz de disminuir los 70.000 millones anuales queEuropa destina a tareas de mantenimiento y conservación, energía, seguridad, reparaciones, tratamientos, y gestión en general, en los porcentajes indicados dependiendo del tipo de edificio. Del mismo modo, supondría una reducción de hasta un 40 por ciento de las emisiones de CO2 a la atmósfera que derivan del uso de energía de las construcciones históricas sobre el conjunto del parque edificado.
La elevadísima cifra, valorada por los expertos sobre casos concretos y los porcentajes aproximados que los países destinan a este fin respecto al Producto Interior Bruto, da cuenta de las dificultades de eficacia en la gestión y mantenimiento por las dimensiones de las edificaciones y la alta especialización que requieren las intervenciones en su práctica totalidad.
En el proyecto, financiado por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER) dentro del Programa Interreg IV de Cooperación Territorial del Espacio Sudoeste Europeo (SUDOE), ha participado la Fundación Santa María la Real del Patrimonio Histórico (Palencia) como coordinadora; el Instituto Tecnológico del Mueble, Madera, Embalaje y Afines, AIDIMA (Valencia); las Fundaciones CARTIF (Valladolid) y TECNALIA (San Sebastián); el Centre de Ressources Technologiques NOBATEK (Francia); y la Universidad Nova (Lisboa).
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