‘Encrucijadas artísticas transnacionales en la Iberia medieval’ recoge ocho artículos que repasan «la deslumbrante producción artística medieval hispana« y sus intercambios con otros territorios.

Dirigido por el historiador Gerardo Boto Varela, la publicación, que ya va por su número 36, constituye todo un referente internacional en arte medieval.

El volumen recoge textos de profesores de varias universidades españolas, pero también de Reino Unido, Francia, Alemania, Estados Unidos e Israel.

 

El número 36 de la revista especializada Codex Aqvilarensis, editada por nuestra Fundación, nos proponen una novedosa mirada a la deslumbrante producción artística medieval hispana, a través de ocho estudiosactualizados, perspicaces y críticos” que descarten explicarla recurriendo a conceptos tan simplificadores y estériles como “influencia”.

Como indica el director de la publicación, Gerardo Boto, la historiografía nacional e internacional ha considerado la Península ibérica medieval de tres maneras diferentes, pero complementarias: como un dilatado escenario en el que reinos cristianos y soberanías andalusíes mantuvieron constantes conflictos militares; como un marco de cohabitación de personas de etnias y religiones diferentes, aunque no incompatibles; y como una encrucijada cultural en la que promotores políticos y religiosos, junto con artífices excelentes, propiciaron deslumbrantes intercambios y diálogos artísticos. 

 

 

Comunicación artística multidireccional y reversible

En ese contexto, todos los autores que participan de este nuevo número monográfico, parten de la tesis de que no hay justificación para seguir asumiendo que las comunicaciones culturales, y particularmente las artísticas, se produjeron de manera unidireccional, jerárquica y subordinante. El examen de las obras revela, en cambio, que “la comunicación fluyó de modo multidireccional y a menudo reversible”.

Por eso, este nuevo volumen del Codex Aqvilarensis recopila una selecta colección de estudios que reconsideran las maneras en que se consumó la producción artística, los intercambios, desplazamientos, importaciones de obras, así como las intenciones comunicativas asociadas a ellas. Estas nuevas investigaciones descartan examinar el caleidoscópico arte medieval español como resultado de “colonizaciones culturales”.

Por el contrario, argumentan cómo y por qué los autores intelectuales de aquellas obras supieron apropiarse de las propuestas estéticas y discursivas más provechosas; al tiempo que nos presentan el fascinante legado artístico del Medievo hispano como lo que realmente fue: “un corolario de confluencias y encuentros culturales y, por ello mismo, un crisol de innovadoras creaciones estéticas”.

 

 

Artículos llegados de todas partes del mundo

Así, por ejemplo, César García de Castro Valdés, doctor en Historia por la Universidad de Oviedo y conservador del Museo Arqueológico de Asturias, nos adentra en “Una encrucijada forzosa” al tratar las innovaciones litúrgico-arquitectónicas de los templos del Reino de Asturias, en torno a los años 750 y 830.

La profesora Kristin Böse, del Instituto de Historia del Arte de la Universidad Johann Wolfgang Goethe, de Frankfurt, centra su estudio en el ornamento y la percepción sensitiva de la miniatura altomedieval hispana, a través de los llamados “Libros Parlantes; mientras que Patrick Henriet, profesor en la Escuela Práctica de Altos Estudios de París, investiga la figura de Lucas de Tuy.

El profesor de la Universidad de Cambridge, Paul Binski, pondrá el acento en los “Encuentros ibéricos con el arte y la arquitectura ingleses: 1260-1360”, analizando ejemplos “De salamanca a Tarragona”. Y su homóloga de la Universidad Hebrea de Jerusalén, Sarit Shalev-Eyni, hará lo propio con los intercambios culturales de libros sefardíes iluminados en Burgos, Tudela y Soria.

Completan el Codex 36 las investigaciones de Juan Carlos Ruiz Souza, de la Universidad Autónoma de Madrid, que estudia “El lenguaje artístico islámico internacional y la Corona de Castilla”; Olga Pérez Monzón y Matilde Miquel Juan, de la Universidad Complutense, que hablarán sobre narrativas y sinergias en el tardogótico castellano y, finalmente, Charles T. Little, conservador del Metropolitan de Nueva York, que analiza “El arte medieval español en los museos americanos y su lugar en el canon.

El volumen concluye con una colaboración, firmada por Pablo Abella Villar, del Museu Etnológico y de Culturas del Mundo, de Barcelona, que bajo el título de “Et quisiera los fazer en Cuevas Ruyas” aborda un viaje de Toledo a Burgos en busca de los orígenes del Monasterio de Las Huelgas.

El nuevo número del Codex  ya está a la venta al precio de 26 euros en librerías, tiendas especializadas y en la tienda on line de la Fundación Santa María la Real.

 

 

IMÁGENES: Portada del último número de la revista Códex Aqvilarensis y marfil hispano del Metropolitan de Nueva York.