La Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Valladolid fue el punto de encuentro para los participantes en un seminario sobre innovación y rehabilitación sostenible.

La iniciativa, organizada por la Fundación Santa María la Real, forma parte de las acciones del proyecto europeo SUREFIT, dentro del programa Horizonte 2020, que tiene como principal objetivo mejorar la eficiencia energética y facilitar la renovación de edificios domésticos.

 

“Gracias a este proyecto hemos podido actuar de forma piloto en tres viviendas ubicadas en la Avenida de Santander en Valladolid”, explica Joaquín García, coordinador de SUREFIT en la Fundación. “Durante el seminario los asistentes han podido conocer mejor las soluciones tecnológicas que hemos aplicado para que estos edificios sean más eficientes y sostenibles. Además, pudimos compartir experiencias con expertos, que plantearon cuestiones relevantes para la aplicación del proyecto”, concreta.

Así, Isabel Fernández Iñiguez, de la Agencia de Innovación de Valladolid, habló sobre los retos del sello de las ciudades climáticamente neutras, sus propuestas y sus implicaciones. Emilio Miguel Mitre, arquitecto con amplia experiencia en arquitectura bioclimática y eficiencia energética, ofreció una breve exposición sobre su trayectoria y el proyecto del distrito de Valladolid, vinculado a la iniciativa del sello misión.

Carlos Orbea presentó el proyecto Alokabizi, una iniciativa de innovación social y tecnológica con gran impacto y reconocimiento internacional. “La jornada nos ha permitido dar a conocer el proyecto SUREFIT a diversos agentes, incluyendo instaladores, técnicos y profesores de la escuela de arquitectura, facilitando el establecimiento de contactos y la expansión de redes de conocimiento y desarrollo para futuros proyectos”, comenta García, quien realiza un balance muy positivo de la sesión.

El evento concluyó con un fructífero debate final, donde se reflexionó sobre innovación, tecnologías de rehabilitación energética, políticas europeas y estrategias de mercado. Las conclusiones aportaron ideas de aplicación inmediata tanto para SUREFIT como para proyectos futuros.

 

 

Soluciones tecnológicas aplicadas en Valladolid

La innovación y la sostenibilidad son dos facetas en las que trabaja el equipo de SUREFIT, actuando, además, en distintos ámbitos. Por un lado, diseñando y prefabricando módulos de tecnología de fácil instalación que incidan en el uso de energías renovables. Por otro, formando, concienciando e involucrando a todas las partes implicadas en el proceso de mejora: propietarios, usuarios, instaladores y pymes del sector de la construcción, facilitándoles metodologías y pautas de buenas prácticas.

De este modo, durante este año, junto a la constructora CROLEC, se ha actuado en tres viviendas de la Avenida de Santander en Valladolid, propiciando la instalación de diferentes soluciones tecnológicas innovadoras que actúan sobre la envolvente de los edificios, mediante sistemas de aislamiento e impermeabilización, e integran otros sistemas activos y pasivos de generación o acumulación de energía, mediante paneles térmicos y fotovoltaicos.

Gracias a la implementación de estas medidas, las viviendas pueden reducir en un 60% las emisiones de carbono, en un 50% los costes y en 40% los tiempos necesarios para la renovación de instalaciones. Algo que se pondrá de manifiesto durante el seminario, en el que también se expondrán otro tipo de soluciones.

 

SUREFIT

Cabe recordar, que el proyecto SUREFIT cuenta con un presupuesto global de 3 989 061,75 euros dentro del programa Horizonte 2020 y junto al piloto español, se están desarrollando otros en Finlandia, Grecia, Portugal y Reino Unido. “Cuando concluyamos el trabajo deberíamos haber alcanzado el reto de ofrecer tecnología que garantice  eficiencia energética de las viviendas a un precio competitivo”, explica Joaquín García, quien recuerda que la Fundación, ya está trabajando desde hace años en iniciativas similares como Raíces de Barrio con Fundación Ressa, que ya se implantó con éxito en el barrio de Usera en Madrid.

La necesidad de poner en marcha estos proyectos, se refleja en los datos recabados por los socios que estiman que los edificios domésticos generan el 40% del consumo total de energía en la Unión Europea y suponen un 36% de las emisiones de CO2. Además, un 35% de esas viviendas tiene más de 50 años y casi el 75% son energéticamente ineficientes. Por si esto fuera poco, tan solo un 1% de esos inmuebles se reforma cada año, dado que suelen ser procesos caros y lentos, que causan molestias a los vecinos.