La Posada de Santa María la Real, enclavada en las antiguas dependencias agrícolas del monasterio premostratense de Aguilar de Campoo se viste de fiesta para celebrar la Navidad.

Un rincón para el descanso y el disfrute, desde el que poder adentrarse en el País Románico. Un espacio desde el que vivir y sentir el patrimonio en primera persona. Es lo que ofrece al visitante la Posada de Santa Maria la Real, que, además, con motivo de la Navidad, se engalana y se viste de luz y color para que el viajero, el huésped, disfrute de estas fiestas tan entrañables en un entorno cómodo y confortable, al abrigo de una vieja espadaña.

“Hemos apostado por espacios muy cuidados y por la oferta gastronómica del restaurante como principal potencial de un enclave que cuenta con el distintivo de Posada Real”, recuerda María Heredia. “Uno de nuestros puntos fuertes, de nuestros principales atractivos es nuestro jardín y queremos que el visitante lo disfrute también en Navidad, convirtiéndolo, a través de la iluminación, en un espacio único, lleno de encanto”, apunta.

 

 

Noche Vieja y Noche Buena

Este año, además, la Posada de Santa María la Real reforzada por la reciente concesión del Premio Turismo 2016 de la Cámara de Comercio de Palencia, ha preparado una propuesta especial para que quién lo desee pueda celebrar la Noche Vieja y despertarse en Año Nuevo en un lugar único, cargado de historia.

“Hemos decorado cada rincón – comenta Heredia – incluso hemos aprovechado la riqueza de las piezas del taller de Ornamentos Arquitectónicos para crear un Belén sencillo y original. “Todo – dice – para que quien celebre estas fiestas con nosotros se sienta especial y experimente la emoción de estar en alojamiento con historia.

 

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IMÁGENES: Decoración navideña de la Posada de Santa María la Real. Archivo FSMLRPH_César del Valle