El refectorio del viejo cenobio premostratense volvió a llenarse ayer con la presencia de muchos de quienes hicieron posible su recuperación. José María Pérez “Peridis” les rendía homenaje con la publicación de su libro “Hasta una ruina puede ser una esperanza”, que se presentaba ayer en la villa galletera en un emotivo acto que recordó las antiguas romerías del románico.

 

“La música y el pueblo de Aguilar dieron vida y color a estas piedras”, recordaba un emocionado José María Pérez Peridis, ante un auditorio lleno de amigos, familiares y vecinos de Aguilar de Campoo, que quisieron arroparle en la presentación de su libro “Hasta una ruina puede ser una esperanza”.

Y es que, tal y como explicaba el arquitecto “el libro es un homenaje al pueblo de Aguilar, a todos vosotros”. Muchos de quienes en 1977 le ayudaron a poner en marcha la Asociación de Amigos del Monasterio para rehabilitar lo que, por entonces, se conocía en la villa como “el convento caído”, se encontraban ayer de nuevo en el refectorio del viejo cenobio premostratense.

 

 

Con un discurso plagado de guiños, anécdotas y cargado de emoción y cariño, Peridis recordó como con esfuerzo, con ganas, con imaginación y con mucho tesón lograron implicar en su empeño a todo el pueblo y transformaron la utopía en realidad: convirtieron el monasterio en foco de dinamización cultural y en referente para toda una comarca.

Lo lograron, entre otras cosas, con las romerías del románico, en las que participaron jóvenes músicos, hoy ya consagrados, como Jaime Martín, director del Festival de Música de Santander, Luis Ferrán o Emilio Navidad y su familia. Todos ellos volvieron ayer al monasterio después de cuatro décadas para recordar aquella época y hacer sonar de nuevo las piedras de un edificio ya restaurado y lleno de vida.

Otro de los pilares de la recuperación del monasterio fue el método con el que se llevó a cabo, que sirvió para dar formación y empleo a miles de jóvenes, mediante la puesta en marcha de uno de los primeros programas de Escuelas Taller de España, que se replicó, años más tarde, por todo el territorio nacional e incluso se exportó a Latinoamérica o al África Subsahariana.

 

 

El libro “Hasta una ruina puede ser una esperanza”, editado por la Fundación Santa María la Real recupera parte de esta historia. Una obra en la que José María cuenta en primera persona, con ese tono didáctico, cercano y sencillo que le caracteriza cómo fue la aventura de revitalizar el “convento de caído”, de dar validez a la máxima de Unamuno.

Un relato de retazos, de recuerdos que sirve para rendir homenaje y hacer memoria, para recordar el origen de lo que hoy es la Fundación Santa María la Real del Patrimonio Histórico. Una institución que, desde entonces, ha trabajado para generar desarrollo, para promover iniciativas basadas en tres pilares: patrimonio, paisaje y personas. Claves que sirven para seguir reconstruyendo futuro, para no olvidar el pasado y que trazan la hoja de ruta del presente.

El libro, del que se han editado, 2.000 ejemplares ya está a la venta en librerías, en tiendas especializadas y en la tienda on line del portal Románico Digital.

 

 

 

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IMÁGENES: Diferentes momentos de la presentación del libro de Peridis en el refectorio del monasterio de Santa María la Real. Archivo FSMLRPH_Marce Alonso