Buscar trabajo puede ser harto complicado, cuando a la soledad del paro, se suman otros factores como la inseguridad o la desmotivación que genera el desconocimiento del nuevo paradigma. El mercado laboral ha dejado de ser local para obedecer a designios globales; ha dejado atrás su carácter previsible y analógico para tornarse cambiante y digital.
En este nuevo maremágnum, son muchas las personas que se encuentran desorientadas. Graciela tiene 45 años, es bióloga y comenzó el 2019 con un reto: encontrar trabajo tras acumular 36 meses consecutivos en paro. Ha tenido largas e infructuosas jornadas de búsqueda laboral; días de tirar la toalla y horas interminables para divagar sobre los porqués de su situación, buscar culpables y acabar desolada o enfadada.
En marzo se apuntó al programa Lanzaderas de Empleo para obtener orientación y acompañamiento en este proceso. Ahora, tras varios meses de entrenamiento, desarrollando un plan de prospección laboral, simulando entrevistas, reforzando competencias transversales y ampliando la red de contactos, ha encontrado trabajo en su sector, en un departamento de calidad de una empresa mejillonera.
¿Dónde voy a encontrar trabajo con 50 años? Es la pregunta que se hacía Paco antes de participar en el programa. “Con la edad, muchas empresas te cierran las puertas”, me dijo en una entrevista, en la que me contaba lo importante que es tener el respaldo de un técnico y de un equipo para superar la carrera hacia el empleo y cruzar victorioso la meta. Ahora está trabajando en el sector de logística y alimentación.
Graciela y Paco son dos historias de éxito de las Lanzaderas de Empleo que creamos en 2013 en la Fundación Santa María la Real y que hemos implantado por todo el país, con más de 12.000 participantes y una media de inserción laboral del 60%. Seis años que nos han brindado experiencias, conocimientos y una amplia radiografía del paro en España.
En este escáner, nos preocupada especialmente el paro de larga duración y nos preguntamos qué podíamos hacer desde la fundación para frenar esta lacra. Apostamos por la investigación para tener un conocimiento más exhaustivo de la realidad laboral y actuar en consecuencia. En 2018 pusimos en marcha el “Laboratorio de Empleabilidad”, para lo que hemos contado con la financiación del Fondo Social Europeo; y la colaboración de los Servicios Públicos de Empleo de tres Comunidades Autónomas: Castilla-La Mancha, Extremadura y Región de Murcia.
¿A quién afecta más el paro de larga duración? ¿A hombres o a mujeres? ¿De qué edades? ¿En qué sectores? ¿Con qué grado de movilidad? Las preguntas eras innumerables. En colaboración con la Fundación Iseak, analizamos de manera masiva cientos de miles de datos de demandas de empleo y contratos, con el objetivo de obtener un perfilado estadístico. Posteriormente, realizamos más de mil cuestionarios a personas desempleadas de entre 18 y 60 años de estas tres regiones, además de entrevistar a orientadores laborales y profesionales del sector público y privado.
La investigación ha sido fundamental para saber que el paro de larga duración afecta tanto a hombres como mujeres, pero especialmente a ellas; y que la situación se cronifica a partir de los 45 años. El estudio, dirigido por Álvaro Retortillo y Laura Oncina, ha sido clave para saber que la reinserción de las personas que llevan más de un año en desempleo plantea enormes desafíos, y que cuanto mayor es el tiempo en paro, mayores son los obstáculos; aumentando el riesgo de exclusión social.
El laboratorio nos ha advertido de que la solución nunca se puede reducir a la concesión de ayudas o subsidios temporales, que sólo actúan como parche, pero no atajan el problema; y ha sido crucial para poder hacer un diagnóstico detallado y diseñar un conjunto de nuevas técnicas y materiales metodológicos adaptados a las casuísticas y necesidades que presenta el colectivo castigado por el paro de larga duración.
La orientación individualizada, con más horas de atención y seguimiento, es parte de la solución, que pasa también por innovar en las Políticas Activas de Empleo; aumentar la coordinación entre los Servicios Públicos de Empleo de cada territorio, y potenciar la conexión entre lo público y lo privado; entre Educación, Empresa y Empleo.
Sin investigación no hay conocimiento, avance, ni progreso. Y nosotros, desde Santa María la Real, ya sea por nuestros principios fundacionales, por el compromiso social que nos mueve o por nuestro propio ADN, vamos a seguir indagando para evitar la sangría de dignidad y talento que nos deja el paro cada día; para que las personas que más tiempo llevan en desempleo no se pierdan en el nuevo maremágnum laboral y, como Graciela o Paco, encuentren de su nuevo su oportunidad laboral. De lo contrario, la factura social y económica que tendremos que pagar como sociedad será elevada y con dramáticas consecuencias.
Un artículo de Soraya de las Sías, responsable de comunicación del área de Empleo y Emprendimiento en FSMLR
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Toda la información sobre el Laboratorio de Empleabilidad está disponible en la web https://laboratoriodeempleabilidad.es/
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