Nadie pone en duda el poder curativo del arte. Hemos podido comprobarlo directamente, en nuestra sede de Valladolid, gracias al taller de Arteterapia, impartido por Ruth Bernardo San Miguel, Historiadora del Arte y experta en educación Patrimonial. 

 

Durante cuatro sesiones, con el románico, como eje conductor e inspirador, Ruth ha logrado, no solo que aprendamos a interpretar las obras de arte desde la emoción y lo que nos transmiten, sino que nos ha dado la oportunidad de tejer nuevos lazos de amistad y unión. El taller reunió a un variopinto grupo de personas, con un interés común: la curiosidad por el arte. Desde jóvenes de apenas 30 años a personas cargadas de experiencia, como nuestra veterana con 86. Cada cual ha realizado su propio itinerario, su propio proceso curativo – creativo, a través de la Arteterapia, en una experiencia que muchos califican como “fantástica y enriquecedora”. 

 

 

 

Durante 8 horas de trabajo que, en muchos casos, se quedaron cortas y se alargaron por el buen clima generado, nos hemos convertido en un “gremio” de escultores, trabajando bocetos, para dar forma a diferentes seres imaginarios. Nos hemos acercado a la figura de Hildegarda de Bingen, escuchando sus composiciones musicales y elaborando nuestra propia miniatura ilustrada, inspirada, en este caso, en el mundo de las plantas y sus propiedades medicinales. Partiendo de los capiteles historiados de la iglesia de San Juan de Ortega, hemos construido nuestro propio cuento o, más bien, nuestro cómic. Para finalizar la experiencia, hemos recorrido juntos el Camino de Santiago Francés, a través de la música y plasmando con acuarelas escenas libres vinculadas a esta histórica ruta.  

 

 

Sin duda, una oportunidad única, para aprender que lo importante no es el resultado sino el proceso creativo y emocional que te ha llevado hasta a ese punto. Sensibilidad, sabiduría o emoción son algunas de las palabras con las que los participantes han definido estas cuatro sesiones de Arteterapia en nuestra sede de Valladolid, la casa Luelmo.