El emblemático teatro Latorre de la localidad zamorana de Toro se convirtió en el escenario ideal para despedir el ciclo “Las Piedras Cantan”, que organizamos gracias al apoyo de Fundación Banco Sabadell.

 

En esta ocasión, con el título “Son de Tradición”, hemos acercado la música de Mayalde, Fetén Fetén y Lévid Cuarteto Folk a tres escenarios cargados de historia: el monasterio de Rioseco en el valle de Manzanedo (Burgos); el monasterio de Santa María de Palazuelos en Cabezón de Pisuega (Valladolid) y el teatro Latorre en Toro.

 

Pese a las restricciones derivadas del coronavirus, más de 500 personas han podido disfrutar de las distintas actuaciones, con total seguridad.

 

“Ha sido un ciclo muy especial por muchos motivos. – comenta Lucía Garrote, coordinadora de la iniciativa – Primero porque han sido dos años de espera hasta poder llevarlo a cabo, dado que lo habíamos preparado para 2020, pero tuvimos que suspenderlo por el coronavirus. Segundo porque de algún modo queríamos rendir homenaje a la música tradicional de nuestra tierra, aquella que nos conecta con nuestras raíces. Y, tercero y no menos importante, queríamos apoyar e incentivar la cultura en los pueblos de nuestra región.

Para lograrlo, seleccionaron tres grupos musicales, muy diferentes, pero con un rasgo común: “Los músicos con los que hemos contado este año son muy especiales, porque valoran enormemente la vinculación con la tradición, con las raíces, y las conectan con la actualidad”, comenta Garrote.  Así, los primeros en salir a escena fueron el dúo burgalés Fetén Fetén, que dieron paso a la familia salmantina Mayalde, para cerrar con el conjunto vallisoletano Lévid Cuarteto Folk.

 

 

Tres escenarios llenos de historia

 

Como viene siendo habitual en el ciclo, organizado gracias al apoyo de Fundación Banco Sabadell, los grupos actuaron en tres escenarios cargados de historia: el monasterio de Santa María de Rioseco en el Valle de Manzanedo Burgos, como una forma de apoyar el trabajo que la asociación de amigos está llevando a cabo desde hace años para conservarlo y revitalizarlo.

Otro monasterio el de Santa María de Palazuelos en Cabezón de Pisuerga Valladolid, donde también se han llevado a cabo un importante trabajo de conservación y restauración durante los últimos años y, finalmente, el teatro Latorre de Toro (Zamora), un emblemático edificio de época isabelina, levantado en la primera mitad del siglo XIX sobre un antiguo corral de comedias.

“Cada uno de los conciertos va precedido por una visita al espacio que lo acoge para nuestra red de Amigos del Patrimonio. De este modo, conseguimos unir música e historia para seguir llenando de vida el rico patrimonio de Castilla y León”, afirma la coordinadora de la actividad, quien también aprovecha para agradecer, “la colaboración de Fundación Banco Sabadell, sin cuyo apoyo sería imposible la organización de este ciclo y la implicación de los Ayuntamientos de Cabezón de Pisuerga y Toro, así como de la Asociación de Amigos del Monasterio de Rioseco, que nos han ayudado en la organización de los recitales”.

 

 

IMÁGENES: Presentación del ciclo en Toro (Zamora), actuación de Fetén Fetén en el monasterio de Santa María de Rioseco y visita de los Amigos del Patrimonio a la plaza de toros de Toro. Autor: Jesús Caramanzana