La biblioteca de nuestra sede de Valladolid, la Casa Luelmo, se convertía hace unos días, en el escenario ideal para la presentación del nuevo disco del vallisoletano Guille Aragón, más conocido como Oihan.
«Domar la luz» es el título de este nuevo trabajo que plantea una experiencia musical introspectiva e inmersiva, para disfrutar de su música que transita entre el dream pop y la psicodelia. El propio Oihan define este nuevo trabajo como «un proyecto de aprendizaje, que no queda solo en lo musical. Es un disco basado en una guitarra eléctrica y un sintetizador. Un disco con dinámicas que nunca había tocado hasta ahora. Que explora la introspección, pero también el desenfreno. Un disco donde hay política, pero también amor. Un universo de colores, unas sencillas imágenes en movimiento, un criterio estético y una filosofía de autogestión. Igual que una cortina tamiza el sol que entra por un ventanal, hay algo de aleatorio, caótico y mágico en destrozar el automatismo cerebral que ilumina de ideas un folio en blanco. Algunas quedarán en la cortina, envainándose sus delirios de grandeza. Otras, sin embargo, se filtrarán y así mutarán, hasta quedar impresas en formas inimaginables para un cerebro chiquito, que gatea a tientas por la oscuridad. Algunas personas han ayudado enormemente a plasmar esas formas, y por ello merecen una mención aquí: Ángel Román, siempre a mi lado, y del lado del buen gusto. María Mieres, un susurro que abrió las aguas de una canción. David Hernández e Imanol Villota, los mejores amigos y más certeros críticos que podría desear. Y por supuesto Ana Gascón, la nube que hace flotar mis pensamientos. Gracias a vosotrxs, este pequeño universo que es Domar la Luz, está hoy vivo»
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