La localidad zamorana de Alcañices acogía esta semana la primera sesión presencial del proyecto de cooperación transfronteriza DuraDOURO. El objetivo del encuentro ha sido reunirse con productores, artesanos y ganaderos del territorio para conocer su forma de trabajo y buscar entre todos propuestas de futuro sostenibles que contribuyan a la preservación del paisaje y la biodiversidad.

“La sesión fue muy enriquecedora”, explica Lucía Garrote, directora del proyecto en la Fundación Santa María la Real, “nos ha servido para conocer formas de hacer respetuosas con el entorno, que generan empleo y fijan población.” Cabe recordar, en este sentido, que DuraDouro, se enmarca en el programa europeo Interreg POCTEP e implica a tres entidades españolas y una portuguesa. Desde España trabajan de modo coordinado, junto a la Fundación, el clúster Hábitat Eficiente AEICE y la Asociación Ibérica de Municipios Ribereños del Duero (AIMRD). Del desarrollo del proyecto en Portugal, se encarga el Instituto Politécnico de Bragança.

Aunque el principal reto de DuraDouro es consolidar lo logrado en proyectos anteriores como Flumen Durius, Paisaje Ibérico o Ruta Ibérica,  también se contempla la puesta en marcha de nuevas iniciativas de desarrollo sostenible, así como la realización de diferentes talleres, mesas redondas y foros de participación, que permitan sensibilizar a la población.

 

 

Artesanos, ganaderos y productores del Duero

Así, la reunión celebrada en Alcañices sirvió para conocer el trabajo de una decena de artesanos, productores y ganaderos de ambos lados de la frontera. Personas como Esmeralda Folgado, que trabaja con “lana fieltrada”, en su proyecto “lana y candil”, con el que crea arte y otros productos, a partir de lana merina, previamente hilada. No sólo eso, se ha convertido, en narradora de historias y difunde allí donde va, a modo de cuento, la tradición de la que surge su trabajo.

Junto a ella, Ángeles Santos, que forma parte del colectivo “Ganaderas en Red”. Comenzó criando ovejas, para especializarse, con el paso del tiempo, en la producción de queso ecológico y convertirlo en el negocio familiar.  Los apicultores estuvieron representados en la persona de Cristian Mannú, que hoy por hoy, cuenta con 300 colmenas destinadas a la producción de miel ecológica, que comercializa bajo la marca “Prado Concejo”.

Entre los asistentes, otras personas como Patricia  García y Víctor Luna, de la Asociación Turismo de Zamora, quienes dieron a conocer a los socios de DuraDuoro algunos de sus proyectos más recientes; Arsenio da Costa, de la plataforma en defensa de la arquitectura tradicional de Aliste o Miguel Novoa de la Asociación Palombar que desarrolla su actividad en los Arribes del Duero.

Desde Portugal, Domingo Raposo de la casa rural Puial de Douro en la localidad de Aldeia Nova y Joao Ortega, socio del proyecto CUT OUT, que crea artesanía en madera y presidente de la empresa de arquitectura Morphopolis, dedicada a preservar al arquitectura tradicional de este territorio transfronterizo. “Este tipo de encuentros nos sirven para intercambiar experiencias, conocimientos y, sobre todo, para tejer nuevas redes y sinergias en torno al Duero, que es una de los retos fundamentales de DuraDouro”, explican los responsables del proyecto, para avanzar que la próxima sesión tendrá lugar a finales de marzo en Bragança.