Analizamos el protagonismo de la mujer en los siglos del románico en una nueva edición del curso de Las Claves

Coloquio Diana Pelaz, Claves del Románico
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¿Qué papel desempeñó la mujer en el desarrollo del románico? ¿cómo se la representó en el arte? Son algunas de las cuestiones a las que responderán lo siete expertos que participan desde hoy en una nueva edición del curso de Las Claves del Románico, que organizamos, gracias a la colaboración del Ayuntamiento de la localidad y la Diputación de Palencia.

 

Este año, por primera vez, el curso compagina, la edición presencial en nuestra sede de Aguilar, en la que participan 28 alumnos, con la sesión online, que ha registrado 53 matrículas. En total 81 participantes desde diferentes rincones de la Península y desde lugares como Illinois en Estados Unidos o Essex en Reino Unido

 

“Estamos muy satisfechos con la acogida que ha tenido el formato online, dado que nos permite llegar a un mayor número de personas y nos facilita cumplir con las medidas y distancias de seguridad en la modalidad presencial”, apunta Pedro Luis Huerta, coordinador de nuestro programa de cursos, quien añade que seguirán utilizando este método combinado en próximos cursos y jornadas, dado que, además, grabaremos las siete intervenciones que conforman el curso y las pondremos a disposición de los alumnos, junto con las actas, una vez finalizada la actividad, para que puedan visualizarlas con mayor detenimiento”.

 

Tres jornadas, siete ponentes

En una y otra modalidad, los asistentes,  guiados por siete expertos investigadores, analizarán durante tres jornadas el papel de la mujer en la sociedad medieval, desgranando las múltiples facetas de sus distintos ámbitos de acción: doméstico, público, religioso, cultural o laboral, para acercarse a su protagonismo en el desarrollo del arte románico, tanto desde el punto de vista de la promoción como de la ejecución material de las obras, sin olvidar otros aspectos relacionados con las formas de representación y con sus actividades más cotidianas.

 

 

Reinas, infantas y señoras

La sesión de hoy comenzaba con la intervención de Diana Pélaz de la Universidad de Santiago de Compostela quien se ha centrado en los espacios que ocuparon las mujeres medievales, lugares, “en los que podemos encontrarlas de una manera inequívoca: la casa, el convento o el palacio” y en los que se comprueba “que su presencia no habla de ataduras, sino de la sociabilidad y la interacción que se construye más allá de sus muros”.

Un ejemplo claro de los vínculos que construyeron las mujeres del románico, lo constituyen para Pélaz, “las cortes medievales”, dado que “las reinas se hacían visibles ante un amplio territorio a través de mecanismos muy diversos”. Se posicionan como benefactoras y promotoras de monasterios y fundaciones eclesiásticas, pero también “se encargan de confeccionar lazos que discurren por las ciudades y villas del territorio que gobiernan junto a sus esposos”.

De ellas, precisamente, de reinas, infantas y señoras ha hablado Concha Cosmen del Instituto de Estudios Medievales de la Universidad de León, quien ha analizado el patronazgo artístico que ejercieron las élites femeninas en los monasterios cistercienses de Castilla y León entre los siglos XII y XIII, apuntando que llegaron a promover hasta 15 abadías: siete en el Reino de León y ocho en el de Castilla, de las cuales diez eran femeninas y ocho masculinas.

 

Concha Cosmén, Las Claves del Románico

 

La representación de la mujer en el arte medieval

Pero, ¿cómo se representó a la mujer en el arte románico? La respuesta se dará durante la segunda jornada del curso con intervenciones como la de José Antonio Olañeta de la Universidad de Barcelona, quien profundizará en la representación de las donantes y promotoras femeninas en la escultura y la pintura, indagando en su rango y motivaciones, en los diversos modelos iconográficos que utilizaron o en sus diferencias con respecto a los patrones seguidos por hombres.

 

Tomará el relevo, Verónica Abenza, de la Universidad Autónoma de Barcelona, que se centrará en el análisis de los espacios funerarios femeninos, fijando su mirada en ajuares y sepulcros para poner de relieve el “protagonismo de la mujer en torno a la muerte”.  Cerrará la jornada, Victoriano Nodar de la Universidad de Vigo, quien adentrará a los participantes en el imaginario románico de la catedral de Santiago de Compostela donde hallamos un nutrido repertorio de imágenes femeninas esculpidas en diversos formatos, relieves, capiteles y canecillos, con un carácter marginal y con una intención catequizante.

 

 

De juglaresas y bordadoras

La tercera sesión se dedicará a analizar el papel de la mujer en la música y la producción textil del momento, con sendas charlas a cargo del investigador Josemi Lorenzo y la profesora de la Universidad Complutense de Madrid, Laura Rodríguez. Pese al “tabú cultural” que existía en torno a la voz femenina y a que en muchos casos el aprendizaje de la escritura o la polifonía se realizaba en espacios a los que no tenían acceso, “las mujeres hicieron música, compusieron, dirigieron, enseñaron, interpretaron, danzaron y escribieron sobre ella”, apunta Lorenzo.

La documentación habla específicamente de “cantoras, juglaresas, soldaderas, cantaderas, dançaderas, endechaderas… pero restan otras músicas que, sin vínculo profesional, también practicaron este arte” y, frente a ellas, la “no música, el ruido” del llanto de las plañideras que acompañaban el paso de los difuntos.

Las mujeres también desarrollaron un importante papel en la actividad textil. Bordar y tejer fueron labores en las que las nobles damas ocupaban gran parte de su tiempo. Pero en otros estamentos también se dedicaron de forma profesional al desempeño de distintas labores textiles, tal y como explicará Laura Rodríguez, quien hablará, además de cómo la indumentaria podía servir para distinguir la condición social de la mujer o su religión.

 

Y tú, ¿quieres participar en las próximas jornadas? ¡Mira!