Levantado en el siglo XVI a instancias de Lluís Icart, por aquel entonces, señor de la villa, el castillo de Torredembarra está considerado el único edificio civil de nueva planta del Renacimiento que se conserva en Cataluña.
Es también un buen ejemplo de reutilización de espacios, dado que, a finales del siglo pasado, se rehabilitó para otorgarle una nueva función: ser la sede del consistorio local. Ha sido, precisamente, el Ayuntamiento de Torredembarra quien ha encargado al equipo de nuestra área de Turismo, Cultura y Patrimonio, la elaboración de un plan que facilite la conservación y gestión del edificio.
El proyecto ha sido posible y es ya una realidad que comienza a cobrar forma gracias al apoyo de la Generalitat de Catalunya. En este caso, el principal objetivo de nuestro equipo ha sido no solo conocer la historia y las necesidades de tan emblemático edificio, sino también las del consistorio. Teniendo en cuenta ambos factores, se ha elaborado un primer entregable del plan de conservación preventiva que servirá para facilitar la gestión del castillo y de sus usos.
El documento se concibe como una herramienta de trabajo, basada en la realización de un exhaustivo inventario de los elementos materiales e inmateriales que conforman el enclave, así como de los posibles riesgos, para a partir de ahí poder determinar tanto las acciones de conservación como su necesario seguimiento.
El plan tendrá, además, una versión digital, que permitirá a los gestores el acceso a un panel de control, sencillo e intuitivo, desde el que ir actualizándolo, modificándolo y ampliándolo. “Lo principal de cualquier plan de conservación preventiva es que se adapte a las necesidades del edificio y de sus gestores, que sea una herramienta de trabajo viva y útil”, explica Joaquín García, uno de los técnicos que ha participado en su desarrollo. Sin duda, será un sólido pilar sobre el que asentar futuras acciones y planes para este edificio declarado Bien Cultural de Interés Nacional (BCIN).